A raíz de las medidas de confinamiento en el hogar, las estadísticas de Violencia Intrafamiliar y problemas conyugales han incrementado a nivel mundial. Según datos de Naciones Unidas, antes de la propagación mundial del COVID-19, las estadísticas mostraban que un tercio de las mujeres en el mundo, experimentaban alguna forma de violencia en su vida. De conformidad con las cifras que los países han reportado durante estos meses, estos números se han duplicado en ciertos países y en general, ha incrementado el número de llamadas a las líneas de ayuda.
El Gobierno de Guatemala ha establecido líneas de emergencia para denunciar la Violencia Intrafamiliar a las distintas instituciones Públicas y organizaciones que proporcionan lineamientos y/o asesoría para estos casos. Sin embargo, ¿qué se debe denunciar?, ¿cuándo se debe denunciar? y ¿cómo se denuncia?
Ante estas preguntas, el Decreto 97-199, Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar es claro en establecer que ésta constituye una violación a los derechos humanos y que debe entenderse como cualquier acción u omisión que cause daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial a cualquier persona integrante del grupo familiar, por parte de parientes, conviviente o ex conviviente, cónyuge o con quien se haya procreado hijos.
Adicionalmente, el Decreto 22-2008, Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer establece distintas formas en las que una mujer puede ser agredida y los derechos de las mismas; lo cual causa confusión a la hora de denunciar, ya que distintas narrativas durante la denuncia, conllevan distintas consecuencias.
Saber distinguir entre un proceso de violencia intrafamiliar, un proceso de violencia en contra de la mujer o un problema conyugal es indispensable previo a involucrar a las autoridades. Esto, ya que existen denuncias de casos de violencia contra la mujer, que han sido planteados como capricho, presión o distorsión de la realidad para adquirir una posición de ventaja en contra del cónyuge varón, extremo que puede tener repercusiones para las partes e incluso cuando repercusiones cuando hay hijos menores. Por esta falta de responsabilidad, las autoridades dejan de atender verdaderas emergencias y limitan sus funciones para poder llegar a prevenir consecuencias mayores.
Por lo mismo, al momento de surgir cualquier tipo de agresión o sospecha de la misma, es importante buscar la asesoría adecuada para el acompañamiento durante todo el proceso, para así buscar la mejor solución para el grupo familiar, atendiendo siempre el bien superior del niño, cuando existan menores dentro del grupo familiar.
Por dicha razón, al momento de surgir cualquier tipo de agresión o sospecha de la misma, es importante buscar la asesoría adecuada para el acompañamiento durante todo el proceso, analizando todas las aristas del caso y buscando la mejor solución para el grupo familiar.