En el artículo anterior, les compartimos que debido a que los índices de violencia doméstica e intrafamiliar han incrementado significativamente en el año 2020 alrededor del mundo. Internacionalmente, muchas instituciones han contribuido a prevenir la violencia dentro del hogar haciendo que incluso tribunales laborales se solidaricen con el tema. Esto, ha causado que en países regidos por el common law, el patrono pueda llegar a ser responsable por la indemnización del empleado si éste es víctima de violencia doméstica. Por lo tanto, para evitar esta responsabilidad, deben contar con un protocolo de violencia doméstica y ayuda a sus colaboradores.
Este protocolo, como mencionábamos, debe incluir la capacitación y la identificación de signos o señales de abuso o violencia (red flags), por lo que acontinuación, les proporcionamos algunas herramientas para identificar el riesgo tanto en trabajo remoto como en trabajo presencial.
Durante el trabajo presencial, algunas [listado ejemplificativo y no enunciativo] de los indicios más comunes son la angustia cuando se le hacen preguntas personales sobre sus emociones, las constantes llamadas por parte de la pareja, constantes accidentes y excusas sobre lesiones, caída notable en su rendimiento laboral, faltas al trabajo o eventos sociales laborales sin explicación, vestimenta que esconde lesiones, secuelas o cicatrices, solicitud de pagos de salario en cuenta bancaria diferente.
Durante el trabajo remoto, identificar los indicios es más complicado, por lo que las medidas que se toman deben ser más constantes, tales como chequear constantemente con los empleados y hacerles preguntas personales más seguido, no perder el contacto del empleado por largos períodos de tiempo, verificar por videoconferencia su estado emocional y físico. Recordemos que el trabajo ha sido para muchos un espacio seguro que ahora se ha perdido y los empleadores pueden ser salvavidas. Si tiene preocupación de algún trabajador, cítelo a la oficina con pretexto de actualizar datos laborales o de realizar trabajo presencial.
En caso la preocupación incremente cada vez más, hable con el empleado y esté preparado para que responda con negación, escúchelo y apóyelo, respetando la confidencialidad para no incrementar el riesgo. Posteriormente, busque la ayuda de un profesional para asesorarse legalmente en cuanto a qué procede.
Guatemala, 01 de octubre del 2020.